21 de diciembre de 2007

Radares

La mayoría de los radares de carretera todavía funcionan con un sistema de microondas basado en el Efecto Doppler. Las ondas se emiten en una determinada frecuencia y rebotan con la superficie metálica de los vehículos. Según la velocidad a la que vaya el vehículo, la frecuencia de la onda varía, y se estima la velocidad del coche en cuestión. Son bastante portables, lo que permite su utilización en radares móviles.

En los últimos tiempos, se están probando tecnologías con láser, mucho más grandes e imposibles de situar en radares móviles, pero más eficaces. También ahora se han estudiado las medidas de velocidades medias, entre dos puntos separados 3km o así, y si llegas en menos tiempo del que corresponde, multazo. La visión artificial empieza a ser útil para medidas de velocidad desde helicópteros de tráfico e incluso se utilizan técnicas de OCR para lectura de las matrículas del infractor.

Conclusión: Que todavía la técnica más antigua (microondas) es la más utilizada, apoyada por nuevas tecnologías, aunque quizá el láser empiece a abrirse su huequecito en los radares fijos. Lástima que todavía no haya detectores dentro del coche que no te dejen cogerlo si tu aliento apesta a alcohol, que hay mucho hijo de puta suelto...

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